miércoles, 29 de diciembre de 2010

Su cuerpo es el país de los lobos

Déjeme arrojarle un dardo a la cara, señor Gustav,
que pase silente hasta volatilizar su rostro.
Aforismos, aforismos,
el arte se desprende de su máscara,
cae la novena coral,
el piano tartamudea sobre sus hombros,
se trizan los cristales,
aúlla el viento tras la mampara,
silbidos desangran las nubes,
melancolía,
aliento a medio filo,
filoso es el arte,
belleza sobre el piano,
sus ojos tocan ese piano,
su vida corre por ese piano,
suda,
llora,
gime,
gime su piano.
Déjeme rasgar sus vestiduras, señor Gustav,
hasta que su vaso de ginebra se evapore.
Verdad, verdad,
el rostro de la vida frente a nosotros,
suena el alma,
parpadea la razón,
revoloteo de sienes,
un dedo aprieta el gatillo,
caen las hojas,
desfila un vendaval,
pulsión de Eros,
Liszt anda suelto, trastabilla,
ríe un arroyo,
puñaladas se erigen en su vientre,
voces, voces aleteando,
susurrando, señor Gustav,
perturbando su mollera,
despertando esas piernas,
remeciendo el cuerpo,
jugando como niños sobre la alfalfa,
colocándole sombreros al siroco,
agujereando estrellas en una tarde de serpientes.
Escuche, escuche, señor Gustav,
detenga al tiempo,
cójalo por la espalda,
siéntelo en sus piernas,
balbuceé con él,
atienda su intuición,
allí duerme Chopin,
deguste la noche,
bébala despacio, sin ahogarse,
catador de la sangre de Kórsakov,
apuñale ese moscardón,
abra la puerta,
mire hacia el abismo,
asome los ojos hasta ver el silencio,
pálpelo,
despierte a las cigarras que reposan en sus entrañas,
vuelva a desangrar ese piano,
desenvaine su espada,
por primera vez,
desenvaine su locura centelleante,
arránquele gritos a la noche,
encienda faroles en los desiertos,
desnude a la melancolía,
¡vamos, señor Gustav!,
desvístala y fornique con ella,
penétrela,
que broten alaridos de su cuerpo,
que se incinere su carne,
no le pierda pisada a su espíritu,
sígala hasta donde se agitan las aguas,
más allá de lo umbroso,
¡vamos, señor Gustav!,
destruya al mundo con su piano,
deleite a la muerte,
abrácela, que baile con su Scherzos,
¡vamos!,
embriague la pena de Mussórgski,
desmantele a la verdad,
deslice su lengua por la tierra,
saboreé el dolor,
respire por los poros,
vea lo etéreo,
vea la verdad diluirse,
perderse entre el cosmos,
más allá de los abrazos de supernovas,
continúe, señor Gustav,
no renuncie,
recoja su alma exánime,
vuelva a manar de las sombras,
su cuerpo es el país de los lobos.

1 comentario:

  1. Oye huevón escribes de la PUTAMADRE.

    Línea a línea intensifica la emoción de tus palabras. ...

    saludos.

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